“Apagón de motores”: miles marchan hacia el Congreso en reclamo por la ola de asesinatos y extorsiones

Una multitudinaria marcha denominada “Apagón de motores” llegó este lunes hasta los alrededores del Congreso de la República, en la avenida Abancay, donde un significativo grupo de ciudadanos, transportistas y familiares de víctimas exigieron al Gobierno acciones concretas frente a la ola de asesinatos, extorsiones y violencia que azota Lima y diversas regiones del país.

Los manifestantes avanzaron desde distintos puntos de la capital haciendo sonar bocinas, portando pancartas y vistiendo polos negros en señal de luto por las víctimas. Su principal reclamo se dirigió a la presidenta Dina Boluarte, a quien acusan de no haber tomado medidas efectivas para frenar la creciente inseguridad que se vive en todo el territorio nacional.

Durante la movilización, los participantes expresaron su indignación ante el aumento de bandas criminales dedicadas a la extorsión de transportistas y comerciantes, que cobran cupos bajo amenazas y han provocado la muerte de numerosos choferes, cobradores y trabajadores inocentes. Las familias de las víctimas exigieron justicia y mayor presencia policial en las zonas más afectadas.

“Ya no se puede trabajar tranquilos, cada día hay un muerto más, un negocio que cierra, un hogar destruido”, expresó uno de los transportistas durante la marcha. El ambiente estuvo marcado por el dolor, pero también por la unidad de un sector que exige seguridad y respeto a la vida.

La concentración en el centro de Lima fue acompañada por un fuerte resguardo policial. Sin embargo, el mensaje de los manifestantes fue claro: el país no aguanta más violencia ni indiferencia del Estado.

El clamor ciudadano pide que el Gobierno y las autoridades de Interior asuman con firmeza la lucha contra el crimen organizado, fortaleciendo el control en las calles, el patrullaje y la investigación criminal. La población demanda resultados concretos y no solo discursos.

El “apagón de motores” se convirtió en un símbolo del cansancio y la desesperación de miles de peruanos que, día a día, enfrentan la inseguridad como una amenaza constante. Una voz colectiva que, desde las avenidas de Lima, busca hacerse escuchar por un Estado que parece mirar hacia otro lado.

✉️ Alfredo Rosell G.