Reino Unido, Australia y Canadá reconocen al Estado palestino: un giro histórico en el tablero internacional
Nueva York. La política internacional dio un vuelco este jueves luego de que el Reino Unido, Australia y Canadáanunciaran el reconocimiento formal del Estado de Palestina, una decisión que marca un punto de inflexión en el debate global sobre la viabilidad de la solución de los dos Estados en Medio Oriente.

Con este paso, ya son más de 150 países miembros de la ONU los que reconocen oficialmente a Palestina. Sin embargo, el gesto de estas tres potencias occidentales va más allá de lo simbólico: se trata de naciones con gran peso económico, diplomático y militar en el escenario global, lo que aumenta la presión sobre otros países de la órbita europea, como Portugal, Bélgica, Luxemburgo, Malta, San Marino y Andorra, que podrían seguir el mismo camino en los próximos meses.
¿Qué cambia con este reconocimiento?

El anuncio se da en la víspera de una Asamblea General de la ONU centrada en reimpulsar la solución de los dos Estados. Para el pueblo palestino, representa un respaldo histórico a sus aspiraciones nacionales tras décadas de conflicto. Sin embargo, no implica automáticamente un cambio en el estatus legal del territorio, que sigue bajo ocupación israelí y con la Franja de Gaza sumida en una crisis humanitaria sin precedentes.
Estos gobiernos han dejado claro que el reconocimiento no incluye a Hamás en un eventual futuro Estado palestino, sino que está orientado a fortalecer a las autoridades palestinas elegidas democráticamente, al mismo tiempo que se reafirma el derecho de Israel a existir como Estado soberano.
Una crisis en su punto más álgido
El contexto es especialmente crítico. El ejército israelí intensifica sus ataques en Gaza con el objetivo de tomar la ciudad, mientras las cifras de víctimas escalan dramáticamente: según fuentes locales, más de 66.000 personas han muerto en el enclave desde el inicio de la ofensiva del 7 de octubre de 2013, tras la incursión armada de Hamás en territorio israelí.

En los últimos días, más de medio millón de gazatíes se han visto obligados a desplazarse hacia el sur, en condiciones precarias y con ciudades sobrepobladas que no cuentan con la infraestructura sanitaria ni económica para recibirlos. La crisis humanitaria se ha desbordado, con denuncias de falta de alimentos, medicinas y acceso a agua potable.
Un largo camino de reconocimientos
El reconocimiento del Estado palestino no es nuevo en la historia internacional. Desde finales de los años 60 y durante las décadas de 1970 y 1980, numerosos países de Latinoamérica, Asia y África se sumaron a esta postura, consolidando un bloque de apoyo al pueblo palestino.
Un hito clave ocurrió en noviembre de 2012, cuando la Asamblea General de la ONU otorgó a Palestina la condición de Estado observador no miembro, con 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones. En América Latina, Perú se sumó en enero de 2011, durante el gobierno de Alan García, bajo el argumento de respaldar el derecho del pueblo palestino a construir un Estado “libre y soberano”.
Un tablero internacional en movimiento
La decisión de Reino Unido, Australia y Canadá tensiona aún más la relación diplomática con Israel, cuyo gobierno ha rechazado frontalmente cualquier iniciativa internacional que, a su juicio, “legitime a los grupos que amenazan su seguridad”.
Aunque el reconocimiento no modifica de inmediato la realidad sobre el terreno, sí reordena las percepciones internacionales sobre el conflicto y aumenta la presión para que las grandes potencias occidentales —incluyendo Estados Unidos y varios países de la Unión Europea— reconsideren sus posturas en torno a Palestina.
La pregunta que queda en el aire es si este giro diplomático logrará abrir un camino real hacia la paz o, por el contrario, profundizará las divisiones en un Medio Oriente marcado por la violencia, el sufrimiento civil y la urgencia de soluciones sostenibles.
✉️ Alfredo Rosell G.
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