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Un nombramiento que golpea la credibilidad institucional

La reciente designación de Juan Cavero Solano como ministro de Justicia ha generado una fuerte polémica en la escena política y social del país. Su historial como funcionario público no solo despierta dudas, sino que también pone en evidencia la escasa rigurosidad con la que se evalúan los perfiles para ocupar puestos de alta responsabilidad en el Estado.

Durante su paso por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) en 2018, Cavero estuvo al frente de la Dirección de Circulación y Seguridad Vial, entidad que supervisó un cuestionado proceso de emisión de licencias de conducir en el que incluso personas con limitaciones visuales graves accedieron a brevetes. Un episodio que hoy vuelve a la luz y que revela falencias graves en la gestión de un funcionario que, paradójicamente, ahora debe dirigir el sector Justicia.

Su nombramiento se dio tras la renuncia exprés de Juan José Santibáñez, quien decidió apartarse del cargo antes de ser interpelado por el Congreso. Sin embargo, la rápida designación de Cavero, quien hasta horas antes se desempeñaba como jefe del Gabinete de Asesores en el mismo ministerio, refuerza la percepción de que en los nombramientos ministeriales priman las urgencias políticas por encima de los criterios técnicos y éticos.

A ello se suman los cuestionamientos por su participación en la destitución de la procuradora ad hoc Silvana Carrión en el caso Lava Jato, decisión tomada como miembro del Consejo Directivo de la Procuraduría General, lo que añade un nuevo motivo de desconfianza sobre su idoneidad.

Este tipo de designaciones, realizadas sin un filtro exhaustivo sobre la trayectoria y los antecedentes de los funcionarios, no solo deterioran la imagen del Ejecutivo, sino que también socavan la credibilidad de las instituciones públicas. Para un ministerio tan estratégico como el de Justicia, las sombras en torno a la figura de su titular no hacen más que alimentar el descrédito y la desconfianza ciudadana hacia el Estado.

✉️ Alfredo Rosell G.

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