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Graves enfrentamientos en Lima durante la marcha nacional de la Generación Z: más de 100 policías y numerosos civiles heridos

Por Redacción Nacional
Lima, 15 de octubre de 2025

Lo que comenzó como una jornada de protesta pacífica de la Generación Z, en defensa de la libre elección del régimen de pensiones y de mejores beneficios educativos, terminó convirtiéndose en una de las manifestaciones más violentas del año. La marcha nacional del 15 de octubre, convocada en diversas regiones del país, tuvo su epicentro en Lima, donde los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Nacional del Perú (PNP) dejaron un saldo de más de 100 agentes heridos, varios de ellos de gravedad.

Según información confirmada por fuentes del Hospital Nacional de la Policía “Luis N. Sáenz”, ubicado en la avenida Brasil, cuadra 26, distrito de Jesús María, el centro médico se encuentra colapsado por la llegada constante de efectivos lesionados durante los disturbios. Muchos de ellos presentan traumatismos severos, contusiones y heridas abiertas producto de los enfrentamientos ocurridos en distintos puntos del Cercado de Lima.

Sin embargo, junto al alto número de policías heridos, también se reporta una cantidad significativa de civiles afectados, muchos de los cuales participaron en la movilización de manera pacífica. Testigos y organizaciones de derechos humanos denunciaron excesos en el uso de la fuerza por parte de algunos efectivos policiales, lo que habría provocado lesiones graves entre manifestantes que se encontraban ejerciendo su derecho constitucional a la protesta.

Se señala además que las agresiones fueron mutuas. Por un lado, grupos de manifestantes radicales lanzaron objetos contundentes contra las fuerzas del orden; por otro, la respuesta policial incluyó el uso de gases lacrimógenos, varas y perdigones, acciones que para varios observadores constituyen un uso desproporcionado de la fuerza pública. Este cruce de violencia ha derivado en una noche de caos, tensión y miedo en el centro de la capital.

El caos se desató en horas de la tarde, cuando grupos de manifestantes se enfrentaron con la policía en las inmediaciones del Congreso de la República y la Plaza San Martín. La movilización, organizada por colectivos juveniles y asociaciones civiles bajo el lema “Nuestro futuro, nuestra voz”, buscaba llamar la atención sobre temas como la reforma del sistema previsional, la mejora de la calidad educativa y una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones del Estado.

A las 10:35 p. m., el hospital policial reportó un incremento constante de heridos, en un contexto de tensión y confusión generalizada. “Estamos atendiendo a más de cien efectivos, varios de ellos en estado crítico”, informaron fuentes médicas desde el nosocomio.

No obstante, la situación hospitalaria no solo afecta a los agentes del orden, sino también a decenas de civiles que no han podido acceder a atención médica oportuna. De acuerdo con denuncias de familiares y colectivos ciudadanos, varios hospitales públicos y privados se habrían negado a recibir a manifestantes heridos, pese a que existe una Ley de Emergencia Nacional que obliga legalmente a todos los establecimientos de salud del país a brindar atención inmediata y gratuita a cualquier persona lesionada durante protestas, accidentes o desastres, sin discriminación alguna.

Fuentes cercanas al sistema de salud confirmaron que en varios centros médicos de Lima no se estaría cumpliendo con esta normativa, dejando a heridos sin atención y vulnerando un derecho básico garantizado por ley. Esta situación ha generado indignación entre la sociedad civil, que exige al Ministerio de Salud y al Gobierno que hagan cumplir la ley y garanticen la atención médica de todos los ciudadanos, sin importar su participación en las manifestaciones.

Las autoridades del Ministerio del Interior han expresado su preocupación por la violencia registrada y han exhortado a la población a manifestarse de forma pacífica. “Respetamos el derecho a la protesta, pero rechazamos los actos de violencia que ponen en riesgo la vida de nuestros policías y ciudadanos”, señaló un comunicado oficial difundido cerca de la medianoche.

Esta nueva crisis social pone en evidencia la fractura entre el Estado y una generación que reclama ser escuchada, pero también reabre el debate sobre los límites de la protesta, la responsabilidad del Estado en el uso legítimo de la fuerza y la obligación de garantizar el derecho a la salud y la atención de emergencia de todos los peruanos. Mientras tanto, en el Hospital de la Policía, el panorama sigue siendo de emergencia: los heridos llegan sin pausa, reflejo de una jornada marcada por el desborde social y el reclamo de una juventud que busca un país más justo y equitativo.

✉️ Alfredo Rosell G.

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